Eran bien pesadas las VIEJAS BOTELLAS DE ACEITE
Recuerdo que en la esquina de mi casa habìa un almacencito. El propietario era un senor anciano, simpatico. Lo llamabamos don Chaqueta. Don Chaqueta era uno de los millones de inmigrados que habìan llegado al paìs desde su lejana Rusia…