Historia del Metegol

Este juego se originó por la necesidad de los pobladores de un pequeño pueblo azotado por las fuertes nevadas y vientos invernales, de jugar al deporte preferido: el fútbol. Fue así como en cada bar adonde iban los aldeanos y pobladores a pasar el tiempo en compañía de sus amigos, comenzaron a idear una forma de practicar el fútbol bajo techo. Al comienzo, y siendo hábiles en el tallado de la madera, construyeron la mesa de juego, sus muñecos y los arcos, en madera.

Tiempo después, y viendo los grandes clubes de fútbol que podían atraer a mas personas a sus sedes, decidieron incorporar su «Tischfussball» (Fútbol de mesa).

Las primeras mesas de juego Alemanas eran muy primitivas, comparadas con las presentes cromadas y de materiales plásticos que se ofrecen hoy en el mercado Norteamericano y las de fundición de aluminio del mercado local.

Consistían de una caja de rectangular de madera, con un multi laminado de madera de base, que hacia de campo de juego.

Las barras eran usualmente varillas redondas de madera con bloques de madera rectangulares que hacían de figuras. Los arcos estaban cortados en los extremos, y se les colocaba unos bolsillos de tela para atajar las bolas a modo de red.

En 1948/49 cuando Alemania inicia su periodo de reconstrucción posguerra, distintas empresas comenzaron a fabricar «Mesas de fútbol» operadas por fichas.

Estas primeras que se ofrecieron al mercado no tenían grandes avances respecto de las primitivas ya que los metales, los plásticos y las fórmicas se utilizaban para otros usos mas importantes.

Poco después y por aquel entonces se contaban dieciocho empresas diferentes fabricando «Mesas de Fútbol», todas tenían sus propias características ya que cada fabricante tenia sus propias ideas de como debía estar construida.

Resultado de esto fue que hubo todo tipo de formas y tamaños, y en consecuencia distintos modos de jugarlo en un principio.

Con el tiempo fue evolucionando lentamente hasta la forma casi homogénea en que lo conocemos hoy. Un entretenimiento en el cual hemos depositado nuestro tiempo, nuestra simpatía, nuestra diversión.

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