Mis recuerdos sobre Bomba, el rey de la jungla!

Muchos de los clásicos que había leído en mi niñez, El Principito, Platero y Yo, Emilio Salgari, están vacantes en internet, dado que sus licencias han expirado, no obstante hay otros que son difíciles de procurarse. Entre estos imprescindibles figuran los compendios de Bomba, el muchacho de la Selva, mi lectura favorita cuando tenía 8 o 9 años.

Así que comienzo estas líneas recordando de esta obra lo que mi reminiscencia me permite. La epopeya de Bomba se publicaba en la galería Robin Hood y como autor figuraba un tal Roy Rockwood, realmente un argumentista inexistente, un apodo de un equipo que se ocupaba en manufacturar los libros, lo cual inmediatamente nos va dando una señal del tipo de literatura que era.

Los 20 libros se dividían en dos partes. La primera de ellas Bomba es un adolescente que vive en la jungla amazónica cerca de un anciano – Cody Casson – que sufre un cierto deterioro mental. Bomba no sabe cómo ha llegado a la floresta, sin embargo sí tiene conciencia que él no es de allí, sino que pertenece a la cultura blanca.

Los diez iniciales tomos giran en torno al rompecabezas de su nacimiento y a los afanes del protagonista por hallar a sus padres. Casson, en sus instantes de lucidez va soltando información fragmentada y le va dando huellas a Bomba sobre personas que puedan saber de dónde viene. Por supuesto, cada una de estas huellas le conduce a pueblos inexistentes y llenos de riesgo que, normalmente, son el guión cardinal de cada uno los libros.

Recién en el décimo volumen de la serie: Bomba y los Exploradores, lograba hallar sus creadores y todo se resolvía, aparecían todas las piezas perdidas. De mi recuerdo fue el mejor libro de todos, llegó, también a emocionarme. Recuerdo de este vademécum una gran batalla final entre indios generosos y malos y que terminaba con Bomba matando al vil Nascanora.