La pasta casera de los Domingos y su calor humano

El Domingo. Como no recordar los Domingos de antaño? En aquellos tiempos el Domingo se reunía toda la familia, y era una ocasión especial, un día como debe ser, un día de fiesta. Nuestras madres y abuelas preparaban la pasta casera. Con su infinita paciencia amasaban la harina y sacaban unos deliciosos ravioles, espagueti o tantas otras formas de pasta, mientras en otra hornalla se cocinaba una rica salsa de tomate con carne.

Para quien los ha vivido fueron años que recordaremos para siempre. Y no era solo el hecho de comerse una pasta casera exquisita, hecha por las sabias manos de madres o abuelas. Era la escusa perfecta para el reencuentro de toda la familia al cabo de una semana intensa de trabajo. Era la excusa para amenas conversaciones familiares donde nos contábamos lo que había sucedido durante la semana que había finalizado. Los hijos estábamos contentos de rever a nuestros padres y contarles como nos había ido y de escuchar también lo que ellos tenían para contarnos.

Claro no existían internet, Facebook, celulares, ni nada de ese tipo pero eramos felices lo mismo, y con poco porque existía una fluida comunicación, sobre todo dentro de la familia! En los tiempos actuales ya casi no existe dicha comunicación. Ya no se hacen las reuniones familiares y si se hacen muy de vez en cuando, estamos muy ocupados respondiendo y escribiendo en redes sociales como para darnos cuenta que tenemos a nuestros familiares muy cerca de nosotros! Hoy en día se suelen comprar una bolsas con la pasta y la salsa ya pre cocinadas, congeladas.

Basta pasarlas 10 minutos en una sartén y a comer. Son muy ricas, no lo vamos a negar, pero sin entrar en el argumento de todos los conservantes y quién sabe cuantas otras porquerías que le agregan, creo que todos podemos estar de acuerdo en el hecho que las experiencias de vida que compartiamos en esas reuniones familiares, y el calor humano que representaban, no se podrán nunca comprimir y congelar en una bolsa industrial de comida ya preparada! Hoy en día aquellas hermosas reuniones familiares, forman parte de las tradiciones olvidadas.